

El verdadero significado de la Navidad es... vete tú a saber cuál. A pesar de todo, procura pensar que ha pasado un año más, y que este mundo en el que vives te ofrece una nueva oportunidad para reflexionar sobre si has sido un patán egoísta y no has pensado más que en la pelusa de tu ombligo o, por el contrario, has sido una bellísima persona y has mantenido erecto el mástil de la bandera del altruismo. Si tu reflexión te lleva a esta segunda conclusión, es que mientes más que Yola Berrocal en el polígrafo de Jaime Cantizano. Pero como es Navidad y el espíritu navideño nos embarga a todos, no importa, sal a la calle y canta un villancico, o dos, o incluso tres. Trágate el Telemaratón y adopta otro niño somalí al que renunciarás en febrero porque no te llega para el Brugal-Cola del día de los enamorados. Y, sobre todas las cosas, no te olvides de besar a todo el mundo el día 31 entonando un sentido y etílico "¡¡¡Feliz Año, tíaaaaa!!!".
En cualquier caso, sea cual sea el sentido que le des a estas fiestas, deseo que tengas la salud suficiente para sobrevivir a ellas, que repartas y recibas mucho amor, que seas lo suficientemente inteligente para no emitir ni un propósito de año nuevo que no puedas cumplir y mantengas durante todo el año los buenos deseos que expreses a los que verdaderamente te importan.
Un abrazo.
En cualquier caso, sea cual sea el sentido que le des a estas fiestas, deseo que tengas la salud suficiente para sobrevivir a ellas, que repartas y recibas mucho amor, que seas lo suficientemente inteligente para no emitir ni un propósito de año nuevo que no puedas cumplir y mantengas durante todo el año los buenos deseos que expreses a los que verdaderamente te importan.
Un abrazo.
2 comentarios:
La peña da pena. le echan la culpa a la Navidad de su gregarismo, su conformismo; no saben decir que no, y luego despotrican. Tragan (y no me refiero a turrones ni copas), y después te vomitan su resentimiento.
¡Qué razón tienes!
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